Este año en todo el país deberá ejecutarse a plenitud el Nuevo Sistema de Justicia Penal, que busca agilizar las condenas y reducir la reclusión en prisión. Simultáneamente, un grupo de empresarios mantiene la expectativa, bajo el firme deseo de combatir el robo en sus tiendas.
Fuente: Forbes México
Guillermo no es inocente. Caso cerrado. A las 13:30 horas del 20 de septiembre de 2013 fue detenido en la delegación Iztapalapa tras haber sido señalado como responsable del robo de un celular. Sin pruebas para determinar su culpabilidad (el Ministerio Público nunca presentó el supuesto celular robado), ni testigos, hoy está en prisión esperando que, algún día, la justicia lo rescate.
En las cárceles mexicanas al menos 60% de los presos puede identificarse con el caso de Guillermo, ya sea porque dicen ser inocentes, acusan ser víctimas de un proceso judicial lleno de irregularidades o llegan a prisión por un delito menor.
“Las características de los presos son la muestra de cómo hemos perdido la confianza en el sistema de justicia. ¿Quién cree en éste? Nadie. ¿Quién ha recibido justicia pronta y expedita en este país? Nadie. Y eso tiene costos sociales pero también económicos, ya que el sistema de justicia nos ha generado una impunidad rampante y ésta nos ha generado grandes problemas económicos”, acusa el empresario Alejandro Martí, uno de los principales impulsores del Nuevo Sistema de Justicia Penal que, entre otras cosas, busca garantizar procesos judiciales transparentes y proteger los derechos tanto del imputado como de la víctima del delito.
Martí, presidente y fundador de la organización civil México SOS, cita estudios en los que se calcula que los niveles de impunidad en el país implican desde 2% del PIB. En tanto, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), ese porcentaje puede ser incluso mayor pues las inversiones en el país se reducen hasta 5% por problemas de corrupción y falta de acceso a la justicia.
Las incómodas cifras ahí no paran: México ocupa la posición 79 del ranking de justicia que hace cada año The World Justice Project que evalúa a 102 países. En la lista están mejor evaluados países como China, Tailandia, Tanzania, El Salvador o Burkina Faso.
Por su parte, Alejandro Martí mira uno de los principales retos en la resistencia del mismo sistema judicial para cambiar de paradigma y en la de los empresarios para impulsarlo.
Así, es enfático al decir que el reto no está en que el ciudadano común acepte el sistema. “¿Sabes cuándo cambia la percepción de la gente y acepta el sistema? Cuando la gente no se da cuenta de lo que está ocurriendo con la justicia. Pareciera que es al revés, pero hoy todos estamos muy concientes de qué pasa con la justicia de nuestro país gracias a los niveles de impunidad y de corrupción. Cuando estos problemas no están, se vive en un Estado de Derecho y la justicia no es algo en lo que piensa la gente, no se siente. Eso es lo que se pretende con este nuevo sistema de justicia y para allá vamos y, por nuestro bien, debemos lograrlo”.
@mexicosos
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